NOTICIAS                              FORMACIÓN LITERARIA                              ARTÍCULOS                              LEER

'La canción de amor de Jonny Valentine' (Teddy Waine). Justin Bieber: una novela sobre el precio de la fama



De la promesa adolescente a la locura juvenil. El escritor Teddy Wayne recrea el fenómeno del ídolo de la canción en el libro 'La canción de amor de Jonny Valentine', publicada por la editorial Blackie Books

Wayne nos lleva a las peripecias, decepciones, ambiciones y trabajos que alienta, siente y padece un alter ego del controvertido cantante, Jonny Valentine

La historia que cuenta el escritor estadounidense Teddy Wayne en 'La canción de amor de Jonny Valentine' (Blackie Books), situada en una imprecisa franja temática entre la novela generacional y la crítica social, hubiera sido original hasta hace muy pocas décadas. Hoy, después de unos cuantos centenares de ídolos de la música y del cine fabricados en serie que han ido trivializando la tradición del nacimiento de una estrella (y su posterior bajada a los infiernos) y han llenado la primera plana de los periódicos de historias de desavenencias, rupturas, suicidios, asesinatos y juguetes rotos, es sumamente improbable que pueda sorprender al lector. No es posible sorprender hoy con personajes como Jonny Valentine, un ídolo del pop juvenil en pugna permanente con su madre (y mánager), sus fans y los rigores de la industria del espectáculo.

Tampoco cabe la sorpresa cuando hasta las ficciones que se tienen por maestras (como es el caso del clásico de Dorothy Baker 'El chico de la trompeta', que narra la breve pero intensa vida de Rick Martin, un joven con dotes para la música que, en pocos años, pasa de aprender a tocar el piano por su cuenta en iglesias y en garitos a convertirse en una estrella), han sido desplazadas por una realidad cotidiana que las sobrepasa, de modo que estas obras resultan irrisorias si se comparan con los hechos que conocemos gracias a los titulares de los periódicos que se han ocupado de mantenernos informados sobre el arresto en un urinario público del cantante británico George Michael, la muerte inesperada de la cantautora Amy Winehouse o la retirada del ídolo del pop infantil Justin Bieber.

A pesar de todo, 'La canción de amor de Jonny Valentine' es una novela que no hay que dejar pasar, porque Wayne sabe de lo que habla y se nota. En sus páginas asistimos a las peripecias, decepciones, ambiciones y trabajos que alienta, siente y padece un alter ego de Bieber, Jonny Valentine, un chico de once años que no puede conciliar el sueño desde que saltara a la fama. Valentine vive de instante en instante, desplazándose de ciudad en ciudad, y en ellas, de hotel en hotel: "A veces te despiertas, sobre todo en sitios como los hoteles, y durante un segundo no sabes muy bien dónde estás, o en qué parte de la cama has colocado los pies y la cabeza. En mi caso, a veces me da la impresión de que se me ha olvidado que vivo en Los Ángeles, que creo que sigo en nuestro apartamento de St. Louis, que estoy en la cama pequeña que tenía ahí y que espero que las paredes estén más cerca".

Sin cariño y sin el calor de un hogar, Valentine vive en un mundo de desarraigo radical, de pura y simple explotación, descrito por Wayne con precisión, con frialdad, sin nostalgia, sin mucho entusiasmo, pero con personajes creíbles en su profundo desamparo, sin alarde de detalles, esto también es cierto, porque en la vida de Valentine éstos también están excluidos, como la figura paterna tan precaria y oscura como las tapas de la novela, que se lee con una velocidad parecida a la de las vidas que nos cuenta. Wayne viene a decirnos que ese mundo de niños fenómenos, guardaespaldas amables, profesoras sensibles y madres entregadas por igual al quehacer maternal y a los negocios es en realidad el infierno.

Lejos de la idealización de la fama, 'La canción de amor de Jonny Valentine' describe una soledad demasiado ruidosa. Leyendo la novela de Wayne es inevitable pensar en una montaña rusa en la que todos los vagones terminan por caer al vacío, pero poco después comprendemos que ésta es una realidad llena de mentiras, y no es oscuridad todo lo que reluce. No sería justo terminar estas líneas sin citar lo que alguien le dijo una vez a Mick Jagger, el vocalista de The Rolling Stones, cuando se quejaba de lo duro que resulta ser un ídolo: acuérdate cuando te sientas solo allá arriba de lo abarrotado que está aquí abajo.

(Antonio Bordón, La Opinión de Málaga)

No hay comentarios:

Publicar un comentario