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Nieves Herrero: "El amor adúltero de la marquesa de Llanzol y Serrano Súñer llenaría hoy horas de 'Sálvame'"

(Natalia Vaquero, Epipress - La Opinión de Málaga)

"Carmen Díez de Rivera grabó varias cintas antes de morir para contar su historia y sacarse el veneno"

Nieves Herrero. Periodista y escritora

Carmen Díez de Rivera, la musa de la Transición, vivió una tragedia que nunca superó al conocer que el hombre con el que se iba a casar era su hermanastro. No pudo perdonar a su madre, a la que veía como una pecadora, asegura Herrero, quien acaba de publicar su primera novela histórica: "Lo que escondían su ojos". En el libro desempolva el amor adúltero de Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco, con la guapísima marquesa de Llanzol, Sonsoles de Icaza. De esta pasión de postguerra nació en Madrid la bastarda Carmen




- ¿Qué escondían los ojos de la marquesa de Llanzol?

- Un gran secreto y un misterio que cambió su vida para siempre. Sonsoles de Icaza, marquesa de Llanzol, estaba casada con un héroe de guerra que era además un aristócrata. Lo tenía todo en su vida y al conocer a Ramón Serrano Súñer, seis veces ministro y cuñado de Franco, su vida se volvió del revés. Se enamoraron en 1940 y rompió él en 1955.

- ¿Fue entonces víctima de un amor irracional?

- Al principio sí, pero luego fue un amor consolidado hasta que en 1942 nació la hija ilegítima de ambos: Carmen Díez de Rivera.

- A pesar de querer esconder este misterio, ¿era el amor de la marquesa y de Serrano Súñer un secreto a voces?

- Cuando nació Carmen se descubrió todo. Fue un escándalo que se propagaba por los círculos más selectos de la sociedad del momento. Acababa de terminar la Guerra Civil española y la gente que lo sabía lo tapaba, miraba hacia otro lado. La prensa no sabía nada y tampoco lo podría haber divulgado por la censura. Fue algo parecido a lo de Isabel Preysler y Miguel Boyer muchos años después. Desde luego, de haber sucedido ahora, el amor adúltero de la marquesa de Llanzol y Serrano Súñer habría llenado horas de 'Sálvame' y páginas de la prensa del corazón.

- ¿Cómo es posible que la única ajena a este adulterio fuese precisamente la hija nacida de ese amor?

- Fue horrible para Carmen. Nunca se lo perdonó a su madre. Carmen Díez de Rivera se refería a su madre como a Cruella de Vil. Yo he suavizado un poco la imagen de la marquesa.

- ¿Por qué?

- En Carmen había mucho resentimiento. Sonsoles, la hermana mayor de Carmen, reconoce que su madre era muy egoistona, pero porque era fruto de aquella época. Era una mujer bellísima a la que vestía Balenciaga. Además, era una mujer muy inteligente e intelectual.

- Pero es que Carmen llegó a enamorarse de su hermanastro Ramón Serrano Polo.

- Por eso nunca se lo perdonó a su madre, a la que veía como una pecadora. Carmen y Ramón eran amigos desde pequeños y compañeros de juego de la adolescencia.

- ¿Por qué no pararon las familias ese amor que veían que surgía entre los dos hermanos?

- Pensaban que eran cosas de niños. Sólo cuando pidieron los papeles para casarse se dieron cuenta de lo que se avecinaba. Carmen, la tía de Carmen, junto a un monje dominico, fue la encargada de decirle a su sobrina que no podía casarse con el amor de su vida porque era su hermano.

- ¡Menudo panorama!

- A Carmen se le cayó el mundo encima y nunca más se recuperó. La relación con su madre se fue distanciando hasta el punto de que la marquesa la llegó a echar de casa.

- ¿Echar de casa?

- Carmen entró primero en un convento y luego se fue cuatro años a África. Cuando regresó, la relación con la madre era tan tensa que decidió echarla de casa. Carmen seguía en estado de shock.

- ¿Qué paso con Ramón Serrano Polo, el novio y hermano de Carmen?

- Se casó con la hermana de la mejor amiga de Carmen, quien además se parecía mucho a ella.

- ¿Recibió algún reproche Serrano Súñer de su esposa, Zita, la hermana de Carmen Polo?

- Nunca, Zita y el marqués de Llanzol son otros dos grandes protagonistas de mi novela. Son personajes que prefirieron mirar hacia otro lado y no hacer reproches. Demostraron grandeza y capacidad de perdón. Zita era muy religiosa y siempre se mantuvo al lado de su marido. El marqués aguantó todas las bromas de la época. Vivían en la calle Serrano para más cachondeo. Él era un gran padre y muy tierno. Carmen siempre decía que el concepto de familia lo tenía de su padre Llanzol.

- Pero Franco no fue tan condescendiente con su cuñado.

- No. La carrera política de Serrano Súñer acabó con el nacimiento de Carmen. Luego montó un despacho de abogados. A su hija sólo la llamó cuando habían muerto Sonsoles y Zita. Le dijo lo mucho que había querido a su madre.

- ¿La reconoció?

- No exactamente, pero al final sentían admiración mutua y él veía que Carmen era la hija que más se le parecía; no sólo por el azul de los ojos y el rubio del cabello, sino también por sus dotes políticas.

- ¿Cómo fue la relación de Carmen con sus hermanos y con los otros hijos de Serrano Súñer?

- Distante, pero tanto Pilar Serrano, como Sonsoles Díez de Rivera estuvieron en el lecho de muerte de Carmen, en 1999. Los hermanos tienen la sensación de que Carmen sufrió y hablan con pena de ella.

- ¿Es cierto que tanto el Rey como Adolfo Suárez estuvieron enamorados de ella?

- No lo sé. Lo único que conozco son los bulos que hay sobre este asunto y lo escrito por Manuel Vicent. Carmen nunca reconoció esos supuestos enamoramientos. Lo que sí reconocía era que de joven pasaba mucho tiempo con el que después se convirtió en Rey. Los Llanzol eran muy amigos de él y lo llamaban 'the blonde' (el rubio) para que nadie supiese a quién se referían. Con Adolfo Suárez todo el mundo sabe que trabajó codo con codo en los primeros momentos de la Democracia.

- Vayamos con un ejemplo de supuesta infidelidad de personajes famosas. ¿Qué opina de la publicación de los correos de contenido íntimo de Iñaki Urdangarin a una amiga?

- Estamos en la sociedad de la información y todo lo que hacemos deja rastro. En la época de Serrano Súñer se pudieron borrar muchas pruebas. Esta historia se desempolva porque Carmen quiso cuando se estaba muriendo.

- ¿Qué interés tenía Carmen en desempolvar esta tragedia?

- Supongo que tras 56 años de silencio necesitaba soltar el veneno que había llevado dentro. Grabó varias cintas con esta historia a modo terapéutico y se las entregó a un amigo inglés para que se hiciesen públicas tras su muerte. Luego las noveló Ana Romero.

- En el caso de Urdangarin ya va a ser difícil borrar esos correos, ¿son justificables las críticas recibidas por los medios de comunicación por publicarlas?

- Los periodistas somos mensajeros que tenemos que sacar a la luz aquello que tiene trascendencia. El personaje es el yerno del Rey y sus actos adquieren unas dimensiones que convierten unos correos íntimos en noticia. ¿Dónde está lo íntimo? Es muy difícil de delimitar y en los juzgados prima el derecho a la información sobre el derecho a la intimidad.

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