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'El bosque de los suicidas' (El Torres, Gabriel Hernández). 'El bosque de los suicidas', un cómic español de terror a la conquista del mercado japonés


La obra es la segunda incursión conjunta al horror por parte de los historietistas españoles Gabriel Hernández y El Torres

Esta espeluznante historia de fantasmas transcurre en un bosque japonés donde cada año decenas de personas deciden quitarse la vida

El cómic se publicará en Japón en el mes de mayo

El bosque de los suicidas (Dibbuks), un cómic de terror creado por los historietistas españoles El Torres y Gabriel Hernández y ambientado en Japón, será publicado en mayo en este país asiático.
El Torres y Hernández consiguen así introducirse en uno de los mercados más competitivos del mundo, en el que el manga cuenta con el dominio casi absoluto y donde los cómics no japoneses son difíciles de encontrar.

"Cada editorial tiene su cuota de riesgo y en este caso han apostado por nuestra historia, que creo que es muy respetuosa, algo que suele gustar", explicó Hernández.

Esta espeluznante historia de fantasmas transcurre en Aokigahara, un bosque de la prefectura de Yamanashi (centro de Japón) situado en una ladera del icónico Monte Fuji y tristemente famoso por ser un lugar donde cada año decenas de personas deciden quitarse la vida.

Tan macabra popularidad ha llevado a las autoridades locales a colocar carteles que instan a potenciales suicidas a reconsiderar su decisión, y también a organizar batidas periódicas formadas por voluntarios de municipios aledaños que intentan hallar nuevos cadáveres en la espesura.

Juan Antonio Torres (Málaga, 1972), que firma sus obras como El Torres, escuchó hablar por primera vez de Aokigahara de boca de una amiga japonesa.

El editor y guionista, muy aficionado a la cultura nipona, vio enseguida la posibilidad de hacer una historia con influencias del llamado J Horror, etiqueta que define al exitoso cine de terror japonés de la última década, aunque con un lenguaje narrativo "más europeo".

Torres decidió proponerle enseguida el proyecto al dibujante Gabriel Hernández (Melilla, 1973), junto a quien venía de firmar el también aplaudido y terrorífico El velo (Dibukks, 2010).

Comenzó entonces un exhaustivo proceso de documentación (ninguno de los dos había visitado Japón) que, entre otras cosas, llevó a Hernández, conocido por su trabajo con la estadounidense Marvel, a estudiar los vídeos que muchos turistas habían colgado en internet al visitar el bosque.

"Lo importante es que el lector se vea inmerso sin darse cuenta", dice el dibujante, quien se esmeró en reflejar cada detalle de la manera más fiel posible; desde la ropa que se suele vestir en Japón hasta los semáforos que pueblan las calles del país.

"No hemos hecho un manga de terror, ni tampoco una caricatura ni un refrito", dice El Torres al reflexionar sobre la buena acogida de la obra en España y Estados Unidos, donde de hecho se publicó incluso antes que la versión en castellano.

Viajar a Japón es algo que les apetece ahora aún más, si cabe, a los dos autores gracias a la publicación de El bosque de los suicidas.

No obstante, por el momento no ansían acercarse a Aokigahara, ya que sus amigos nipones les han advertido sobre la presencia de "algo negativo" flotando en el ambiente de este profundo y frondoso bosque que, al margen de los suicidios, ha sido objeto de leyendas demoníacas en Japón desde tiempos inmemoriales.

(EFE, 20 Minutos)

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